domingo, 16 de marzo de 2008

carcelera

te descubro una vez más
usando mi nombre
decís en mi voz y en mi nombre
las palabras los vestidos
de seda

nadie te pregunta
la mordaz respuesta
ensayás repetís ensayás
nadie escucha el retruque
altisonante
la fanfarria retórica
tu virtud edulcorada

esta tarde
harta de oquedades
quisiera saber los ojos
las manos el miedo
de la verónica
llorosa
-no la llorante-
de la magdalena
que en el fondo
tiene sed de esa lluvia de piedras

y quisiera no desear saber todo
decir todo parir todo
quisiera felizmente ignorar
el libre argumento
o el capricho
de la lágrima, la piedra
y que fueran libres de caer
de mí...
a mí...

¿la mujer que me invento se parece a mí
o bien
la mujer me inventa
porque no sabe cómo
parecérseme
porque no me conoce?

quisiera verme las verdaderas manos
el dolor la fibra el sueño
quisiera saber cómo amaría
si de verdad estuviera enamorada
quisiera dejar la literatura
para otra vida
y vivir
sin la mujer que me estudia
que me hace
que me escribe.
Libre
del estúpido disfraz tras el cual
un día me oculté tan bien
que ahora no me encuentro.
(26/08/07)

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