viernes, 27 de junio de 2008

Roque Dalton Gracía (gracias a eltrenliterario.blogspot.com!!!)

Me tomo la libertad de compartir lo que encontré chusmeando el blog de un poeta que (casi) acabo de conocer. Su generosidad, la de compartir la belleza que conoce con nosotros, me inspira también; así que hacemos rodar la poesía. La poesía que, como dice Roque, "es como el pan, de todos."

LOS BURÓCRATAS
Los burócratas nadan en un mar de aburrimiento tempestuoso
Desde el horror de sus bostezos son los primeros asesinos de la ternura
terminan por enfermarse del hígado y mueren
aferrados a los teléfonos con los ojos amarillos fijos en el reloj.
Los burócratas tienen linda letra y se compran corbatas
sufren síncopes al comprobar que sus hijas se masturban
deben al sastre acaparan los bares
leen el Reader Digest y los poemas de amor de Nerúda
asisten a la ópera italiana se persignan
firman los pliegos nítidos del anticomunismo
los hunde el adulterio se suicidan sin arrogancia
tienen fe en el deporte se avergüenzan
se avergüenzan a mares
de que su padre sea un carpintero.



ACTA
En nombre de quienes lavan ropa ajena
(y expulsan de la blancura la mugre ajena).
En nombre de quienes cuidan hijos ajenos
(y venden su fuerza de trabajo
en forma de amor amaternal y humillaciones).
En nombre de quienes habitan en vivienda ajena
(que ya no es vientre amable sino una tumba o cárcel).
En nombre de quienes comen mandrugos ajenos
(y aún los mastican con sentimiento de ladrón).
En nombre de quienes viven en un país ajeno
(las casas y las fábricas y los comercios
y las calles y las ciudades y los pueblos
y los ríos y los lagos y los volcanes y los montes
son siempre de otros
y por eso está allí la policía y la guardia
cuidándolos contra nosotros).
En nombre de quienes lo único que tienen
es hambre explotación enfermedades
sed de justicia y de agua
persecuciones condenas
soledad abandono opresión muerte.
yo acuso a la propiedad privada
de privarnos de todo.

COMO TÚ
Yo, como tú,
amo el amor,
la vida,
el dulce encanto de las cosas,
el paisaje celeste de los días de enero.
También mi sangre bulle
y río por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.
Creo que el mundo es bellos,
que la poesía es como el pan, de todos.
Y que mis venas no terminan en mí
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.