viernes, 10 de septiembre de 2010

tiempos I

tan bonita

tan bonita

que los buscadores de tesoros

se deshacen en tretas y galanteos

fingen suspiros pergeñan serenatas

redes de perlas



demasiado buena

demasiado sabia

(demasiado quiere decir no puedo)



algún competidor

tentado o vencido

se meterá en el cuento

y hasta llevará el café y la flor

a la cama de batalla

por un instante pensará

por qué no

y calculará cuántos amigos le quedan

que no hayan caído en tales finales



otros, más escépticos,

recordando el ardor de pasadas heridas

pedirán a tiempo su gallardo corcel

y servirán para otra guerra



tan bonita

tan bonita

que si se descuida

le pondrán la corona de hijos

y le harán entrega de un delicado

arreglo fatal



(bueno

pero no por ahora)

tiempos II

el miedo

ceñudo patriarca

exige cosas con urgencia

castigando la mesa con puño cerrado

y hace su majestuosa voluntad

marcando el tiempo

y los límites



la desesperación

cumple con todo, rapidito

amablemente y con sonrisa

y anda en las puntas de pie

del disimulo

adorna, luce, satisface

y en los tiempos libres teje

historias estúpidas y tibias



son los abnegados padres

de los finales infelices

y no están invitados a esta fiesta

tiempos III

extraño mi estrechez

mi narciso perdurable

mi soledad suficiente



es prácticamente terrible

que te hayas revelado tan hermoso

tan necesario