martes, 5 de enero de 2010

espacios

un lugar y otro son lo mismo

una cama, otra

cualquiera o la misma mesa



quise convencerme de que tal variedad

es lo que más hace que te extrañe

que tu ausencia sea menos soportable

no es eso

porque en verdad

no estuviste ni estarás

y nunca has soñado estar

en ninguno de esos sitios

espacios y otredades algo míos



ése es tu espacio

éste, estos, los míos

y en tanto el dado ruede

respetando ese orden y su rigor

el juego sigue



como un niño egoísta

cuando se habla de amor

y éste pide mesa y cama y sueño juntos

te llevás tu pelota y tu no juego más

mascullando, a tu espacio solo

donde el juego ya no es

o no es conmigo

pero la pelota está, sí, indudablemente a salvo

y el dueño no es un tema que se discuta





4/1/10

presentes

Son días de presentes. Me han tocado varios. Algunos me los procuré y otros me los procuraron.

Un anotador y un lápiz. Un pato que dice te amo. Algunos mensajes sorpresivos y mensajeros sorprendentes. Algunas ausencias de esas que me hacen pensar “aquí no hay nada”; luego unas cuantas palabras que borraron tal miedo –con ese borrador efímero que a menudo me permite engañarme o no pensar-. Y algunos otros presentes, que tienen tanto valor en sí mismos que no necesitan de nosotros para tener más de eso.

Mi madre además me obsequió algo parecido a un permiso: la declaración de que no es necesario encontrar un esposo (no sé si alguien lo andará buscando) para tener hijos. Toda una revelación. Olvidé decir muchas gracias en este caso.

También he recibido presentes más comunes, más “de diario”: algún gesto histérico y encantador (ya tenía), alguna mirada lasciva tentadora (otra vez, ya tenía), unos cuantos “hermosa” (de esos voy a armar una colección porque me siguen encantando). Esos, los regalos masculinos. De algunas otras mujeres he recibido cosas repetidas también; algunas de esas cosas las tiré, porque dolían.

Y yo aun no me he dado ningún obsequio. Lo estoy preparando todavía. Un nuevo presente me voy a regalar. Que tenga casi todo lo mismo que me rodea, pero que sea mirado por mí con otros ojos. Eso, más o menos. Otros ojos y otro corazón me voy a regalar. Pronto.





26/12/09

hablan

es un escándalo
un sismo

una borrasca punzante y fría

el modo en que transcurre

nuestra charla

vacía

plácida



en orden estrepitoso

las preguntas

y respuestas

desfilan

impostoras

de las extremadamente reales

preguntas y respuestas

que de verdad

harían falta





28/12/09