la tarde se recuesta
es bella
pero es todas
y sería cualquier tarde
si no escribieras en ella
con agua de ojos que ven
lo que no quieren
sería cualquier tarde
si no estuvieran la lejanía y la montaña
cantando
la canción que no es la nuestra, que no oiré
que hiere de muerte
cuando su sueño se haya escurrido por completo
y satisfecha y puntual se cuele mañana en la siesta
festín, derrota de la prisa
ya no será esta tarde, sino otra
ser una tarde…
terminar un ser yo con un vuelo de párpados
y despertar distinta, otra
más bella, más nueva, más amada
ser una tarde
domingo, 17 de enero de 2010
tarde VI
martes, 5 de enero de 2010
espacios
un lugar y otro son lo mismo
una cama, otra
cualquiera o la misma mesa
quise convencerme de que tal variedad
es lo que más hace que te extrañe
que tu ausencia sea menos soportable
no es eso
porque en verdad
no estuviste ni estarás
y nunca has soñado estar
en ninguno de esos sitios
espacios y otredades algo míos
ése es tu espacio
éste, estos, los míos
y en tanto el dado ruede
respetando ese orden y su rigor
el juego sigue
como un niño egoísta
cuando se habla de amor
y éste pide mesa y cama y sueño juntos
te llevás tu pelota y tu no juego más
mascullando, a tu espacio solo
donde el juego ya no es
o no es conmigo
pero la pelota está, sí, indudablemente a salvo
y el dueño no es un tema que se discuta
4/1/10
una cama, otra
cualquiera o la misma mesa
quise convencerme de que tal variedad
es lo que más hace que te extrañe
que tu ausencia sea menos soportable
no es eso
porque en verdad
no estuviste ni estarás
y nunca has soñado estar
en ninguno de esos sitios
espacios y otredades algo míos
ése es tu espacio
éste, estos, los míos
y en tanto el dado ruede
respetando ese orden y su rigor
el juego sigue
como un niño egoísta
cuando se habla de amor
y éste pide mesa y cama y sueño juntos
te llevás tu pelota y tu no juego más
mascullando, a tu espacio solo
donde el juego ya no es
o no es conmigo
pero la pelota está, sí, indudablemente a salvo
y el dueño no es un tema que se discuta
4/1/10
presentes
Son días de presentes. Me han tocado varios. Algunos me los procuré y otros me los procuraron.
Un anotador y un lápiz. Un pato que dice te amo. Algunos mensajes sorpresivos y mensajeros sorprendentes. Algunas ausencias de esas que me hacen pensar “aquí no hay nada”; luego unas cuantas palabras que borraron tal miedo –con ese borrador efímero que a menudo me permite engañarme o no pensar-. Y algunos otros presentes, que tienen tanto valor en sí mismos que no necesitan de nosotros para tener más de eso.
Mi madre además me obsequió algo parecido a un permiso: la declaración de que no es necesario encontrar un esposo (no sé si alguien lo andará buscando) para tener hijos. Toda una revelación. Olvidé decir muchas gracias en este caso.
También he recibido presentes más comunes, más “de diario”: algún gesto histérico y encantador (ya tenía), alguna mirada lasciva tentadora (otra vez, ya tenía), unos cuantos “hermosa” (de esos voy a armar una colección porque me siguen encantando). Esos, los regalos masculinos. De algunas otras mujeres he recibido cosas repetidas también; algunas de esas cosas las tiré, porque dolían.
Y yo aun no me he dado ningún obsequio. Lo estoy preparando todavía. Un nuevo presente me voy a regalar. Que tenga casi todo lo mismo que me rodea, pero que sea mirado por mí con otros ojos. Eso, más o menos. Otros ojos y otro corazón me voy a regalar. Pronto.
26/12/09
Un anotador y un lápiz. Un pato que dice te amo. Algunos mensajes sorpresivos y mensajeros sorprendentes. Algunas ausencias de esas que me hacen pensar “aquí no hay nada”; luego unas cuantas palabras que borraron tal miedo –con ese borrador efímero que a menudo me permite engañarme o no pensar-. Y algunos otros presentes, que tienen tanto valor en sí mismos que no necesitan de nosotros para tener más de eso.
Mi madre además me obsequió algo parecido a un permiso: la declaración de que no es necesario encontrar un esposo (no sé si alguien lo andará buscando) para tener hijos. Toda una revelación. Olvidé decir muchas gracias en este caso.
También he recibido presentes más comunes, más “de diario”: algún gesto histérico y encantador (ya tenía), alguna mirada lasciva tentadora (otra vez, ya tenía), unos cuantos “hermosa” (de esos voy a armar una colección porque me siguen encantando). Esos, los regalos masculinos. De algunas otras mujeres he recibido cosas repetidas también; algunas de esas cosas las tiré, porque dolían.
Y yo aun no me he dado ningún obsequio. Lo estoy preparando todavía. Un nuevo presente me voy a regalar. Que tenga casi todo lo mismo que me rodea, pero que sea mirado por mí con otros ojos. Eso, más o menos. Otros ojos y otro corazón me voy a regalar. Pronto.
26/12/09
hablan
es un escándalo
un sismo
una borrasca punzante y fría
el modo en que transcurre
nuestra charla
vacía
plácida
en orden estrepitoso
las preguntas
y respuestas
desfilan
impostoras
de las extremadamente reales
preguntas y respuestas
que de verdad
harían falta
28/12/09
un sismo
una borrasca punzante y fría
el modo en que transcurre
nuestra charla
vacía
plácida
en orden estrepitoso
las preguntas
y respuestas
desfilan
impostoras
de las extremadamente reales
preguntas y respuestas
que de verdad
harían falta
28/12/09
Etiquetas:
literatura y otras yerbas,
verocidades
Suscribirse a:
Entradas (Atom)