a la noche sin escrúpulos
a la vanidad de kermese ruidosa
me arrojaste
a los miles de brazos y besos
que no busco y encuentro
al desprejuicio y al tedio
de ignorar todas las lágrimas
y a ejecutar suplicios
me arrojaste
al aburrimiento de la voz enamorada
y estúpida
en la carne que ofrendé tantas veces
sólo duelen tu lanza y su herida
-difuso animal mítico
disfrazado del poder que te otorgo-
a esperar en desvelos
la cicatriz o la suerte
me arrojaste
viernes, 23 de julio de 2010
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2 comentarios:
Intensidad plena! genial!
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